Chris Redfield
A sus 25 años de edad fue uno de los pocos supervivientes de STARS, que fueron brutalmente asesinados en el caso de la mansión Spencer; por ello siente el enorme deseo de hacer justicia y vengarse del daño provocado por Umbrella, e inicia su batalla contra esta organización.
Con el paso de los años también se vuelve uno de los miembros fundadores de la Alianza para la Evaluación de la Seguridad frente al bioterrorismo (BSAA). Su excelente puntería y su destreza en el combate cuerpo a cuerpo, unidas a unos principios firmemente arraigados, lo han convertido en un miembro muy respetado en la BSAA.Aunque Chris está destinado en la sede estadounidense de la alianza, ha colaborado en misiones internacionales en su lucha por erradicar el bioterrorismo. Chris y Jill son dos de los miembros fundadores de la BSAA que han participado en más misiones; entre ellas, el desmantelamiento de fábricas ilegales o el arresto de traficantes de armas biológicas.
Chris vivía con su hermana menor Claire; siendo muy jóvenes perdieron a sus padres tras un accidente, y por ello debieron arreglárselas juntos para sobrevivir, formando así un estrecho vínculo. Vivieron con sus abuelos unos cuantos años, hasta que ellos también murieron. Con el paso de algunos años, Claire estudiaba en una universidad, mientras que Chris tomaba otro rumbo en su vida.
Chris Redfield comenzó su carrera militar en las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos.
Poseedor de una hoja de servicios repleta de elogios y de medidas disciplinarias por igual, sus superiores describen a Chris como «intransigente», «dotado de una dedicación inquebrantable» y poseedor de «un alto nivel de adaptación».
Fueron estas cualidades las que le valieron sus insignias, aunque también las que le llevaron a enfrentarse directamente a sus superiores.
Incapaz de resolver sus diferencias, Chris abandonó las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. Eso ocurrió debido a que desobedeció una orden al ir a rescatar a un camarada cuando sus líderes se lo prohibieron.
Tras retirarse, Chris fue seguido de cerca por las Fuerzas Especiales de Raccoon City (STARS), que estaban muy interesados en sus habilidades. Finalmente, Chris fue reclutado por su viejo amigo Barry Burton para entrar en STARS.
Al unirse a ese escuadrón se le asignó el puesto de «batidor» del equipo Alpha, consistente en abrir y reconocer el terreno. Como tal, de él se esperaba una habilidad excepcional en el tiro y combate, así como una gran capacidad en el uso de diversas armas.
Fue precisamente en este apartado en el que destacó gracias a su destreza en el manejo de armas de cualquier tamaño y a su capacidad para emplearlas de la manera más expeditiva en cada situación.
El rendimiento de Chris durante su periodo en STARS fue ejemplar, y por ello fue asignado al equipo Alfa. Parecía haber encontrado el lugar ideal para él, pero el destino tenía otros planes. Sin el más mínimo atisbo de sospecha, la historia de su vida estaba a punto de abrir un nuevo capítulo aquella fatídica noche del 24 de julio de 1998.
El equipo Bravo de STARS, tras haber sido informado de las desapariciones sucedidas en los alrededores de Raccoon City, partieron a investigar lo que sucedía, pero repentinamente perdieron toda comunicación por radio con ellos. A causa de esto, el equipo Alpha fue enviado a investigar. Al poco de haber aterrizado se vieron atacados por voraces cánidos salvajes (conocidos como Cerberus), por lo cual Chris y los demás tuvieron que refugiarse en una mansión cercana, la mansión Spencer.
Dicha mansión no era sino el Complejo de Investigaciones Arklay, utilizado por el gigante farmacéutico Umbrella. Fue precisamente allí donde se habían desarrollado armas biológicas y llevado a cabo innumerables experimentos ilegales. Allí Chris y su compañera Jill Valentine tuvieron que enfrentarse a hordas de zombis y otras mutaciones creadas por el T-virus como parte del plan de investigación táctica urdido por Albert Wesker, quien también mató a algunos de los supervivientes del equipo Bravo para que no dijeran a Chris y a Jill lo que habían descubierto sobre Umbrella.
Barry Burton, compañero de Chris y Jill, resultó ser un traidor que trabajaba para Albert Wesker por miedo a que se tomaran represalias contra su familia; mas, cuando tuvo la ocasión, traicionó a Albert y volvió a estar totalmente con STARS. Se considera que él también sobrevivió, ya que la historia de juegos posteriores lo confirma.
Wesker era el capitán de STARS, y por consiguiente superior de Chris y Jill. Pese a realzar todos sus viles actos a instancias de la Corporación Umbrella, Wesker se había servido de su rango en STARS para manipular a Chris y a Jill. Asimismo, liberó varias armas biológicas en la mansión con el objetivo de recabar datos para sus propios fines.
La tragedia de las montañas Arklay pasó a conocerse como «el caso de la mansión Spencer» y tuvo como desenlace el enfrentamiento de Chris con la criatura conocida como Tyrant. Wesker aparentemente murió asesinado por el mismo Tyrant, y solo faltaba escapar de la mansión que estaba a punto de explotar por un dispositivo que activó Rebecca.
A pesar de que RE puede ser jugado tanto con Chris como con Jill, la historia oficial pertenece a Chris, siendo el personaje principal que encuentra a algunos supervivientes, como Rebecca Chambers, Richard Aiken y Enrico Marini, además de encarar a Wesker, a quien odia tras descubrir que es el causante de la muerte de sus camaradas y de trabajar con Umbrella. Chris rescata a Jill, que estaba encerrada en una habitación con rejas, y junto con Rebecca intentan escapar de la mansión antes de que explote, pero nuevamente son atacados por el Tyrant, que ahora era mucho más fuerte y rápido. Afortunadamente, esta vez es derrotado gracias a la inesperada ayuda de Brad Vickers, que desde el helicóptero arroja un lanzamisiles a Chris para acabar definitivamente con el monstruo, y así logran escapar de la tétrica mansión, que finalmente explota y se destruye completamente. Pero eso era solo el comienzo de la gran pesadilla que había de llegar.
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